Las ruedas de prensa de Xavi Hernández en el Coliseum Alfonso Pérez acostumbran a ser mucho más interesantes que el partido antes disputado por el Getafe y el Barça. La temporada pasada aludió al campo —”demasiado seco”— y al sol —”no estamos acostumbrados”— para justificar el 0-0. Los argumentos del técnico provocaron tantas chanzas que alimentaron la previa de la última visita azulgrana que también acabó en empate sin goles después de un encuentro gobernado por la manu militari de Bordalás. Xavi volvió a ser protagonista por sus manifestaciones y por ser expulsado por Soto Grado. La diferencia con respecto al curso pasado es que sus quejas eran más que razonables al final del partido más insufrible y largo de los últimos que se recuerdan en la Liga.
El entrenador se explicó muy bien cuando fue requerido por la tarjeta roja recibida y por la actuación de un árbitro muy permisivo con la dureza del Getafe y el intervencionismo de Bordalás. Y también argumentó correctamente su sorpresa por el penalti no pitado a Araujo —Soto Grado alegó mano previa de Gavi— y por el comportamiento del colegiado porque ambas decisiones iban en el sentido contrario a las pautas anunciadas en una reunión previa con los árbitros: las faltas por manos solo serían sancionadas si eran muy claras, habría más comprensión hacia los técnicos y se restringirían las visitas al VAR. “Nada de eso ocurrió”, afirmó el técnico para después calificar el penalti de “inventado” en una expresión utilizada el año pasado por Ancelotti.
“Ha sido una injusticia muy grande y no tenemos porqué callarnos porque lo ha visto todo el mundo. Si este es el producto Liga, si es lo que queremos vender, para mí es una vergüenza absoluta (…) Esto no ha sido un partido de fútbol”, concluyó Xavi, después de centrar su denuncia sobre el tiempo de juego efectivo —56m— en un partido de 115m y 54s. “Estamos haciendo el ridículo; no ha sido un partido”, insistió en su afán por defender que no alcanza con alargar los encuentros sino que se trata de procurar que se cumpla el tiempo real (90m). La réplica de Bordalás alimentó aún más la polémica: “Es una forma de justificar que no logró los tres puntos con un plantillón. No creo que Xavi le haga un favor a la Liga”.
Bordalás y Xavi defienden dos ideas futbolísticas opuestas y se las tienen desde hace mucho tiempo cada vez que se cruzan, como pasó en Getafe. El saludo del anfitrión fue clarividente: “El tiki taka famoso pasó a la historia”. Mientras que el visitante fue también clarividente: “Esperamos un rival duro”, anunció Xavi, el mismo que después del partido admitió que su equipo debía mejorar para progresar en la Liga. Objetivamente, sin embargo, el partido y su desarrollo fue mucho más generoso con el Getafe que con el Barça porque el juego fue constantemente interrumpido y trampeado con pérdidas de tiempo, obstrucciones, bloqueos, simulaciones y aspectos propios del antijuego ante la impunidad de Soto Grande.
El árbitro estuvo condescendiente con el fútbol abrasivo del Getafe, con y sin balón, puesto que su criterio con las faltas y las tarjetas fue igualmente partidista si se tiene en cuenta que Damián fue amonestado en el minuto 82 después de ser reiterativo en los placajes a Lewandowski y Gündogan. El colegiado se mostró cómplice con la manera de actuar del Getafe cuando el reglamento no habla de estilos sino de normas que a veces se aplican más en las actas que en la cancha, como se advirtió en el Coliseum. El árbitro decide qué partido se juega y el de Getafe fue especialmente contrario a los intereses tanto de la Liga como de la Federación. Acaba de empezar el torneo y ya están los equipos con las de siempre por las interpretaciones arbitrales y el VAR. Materia para polemizar y no para vender un producto, como diría Xavi, muy certero en su diagnóstico: no se trata de discutir sobre cómo jugar sino de que se juegue el tiempo real, cosa que no pasó en Getafe según el Barça: el partido estuvo parado 60,43m.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Suscríbete para seguir leyendo
Lee sin límites