Francia se prepara para el repliegue de sus tropas en Níger, donde están estacionados 1.500 soldados franceses en misión antiterrorista. Seis semanas después de que un golpe de Estado llevase al poder en el país del Sahel a una junta militar que París se niega a reconocer, los contactos para la retirada de una parte de los efectivos han empezado. Así lo revelaron este martes el diario Le Monde y la agencia France Presse, citando fuentes francesas. El primer ministro designado por la junta militar, Ali Mahaman Lamine Zeine, anunció el lunes que las conversaciones ya estaban en marcha.
“El Gobierno ya ha denunciado los acuerdos que les permiten estar en nuestro territorio”, dijo en rueda de prensa Lamine Zeine. “Se encuentran en una situación de ilegalidad y creo que las conversaciones que se están llevando a cabo deberían permitir a estas fuerzas retirarse de nuestro país muy rápidamente”.
Una fuente del entorno del ministro francés de los Ejércitos, Sébastien Lecornu, confirmó que el lunes hubo contactos entre militares de ambos países. Y afirmó: “Existen localmente intercambios de coordinación funcional entre militares para facilitar el movimiento de medios militares franceses inmovilizados desde la suspensión de la cooperación antiterrorista”.
Para Francia, es importante subrayar que los contactos se han desarrollado entre militares y no con la junta golpista. Considera que su interlocutor sigue siendo el presidente depuesto, Mohamed Bazoum, y su Gobierno. Por eso mantiene a su embajador en Niamey, la capital nigerina, pese a que los golpistas le han retirado la inmunidad diplomática y lo han declarado persona non grata. Y por eso ha mantenido hasta ahora al contingente militar.
En una entrevista con Le Monde, este fin de semana, la ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, dio a entender que la presencia militar en Níger tenía poco sentido si ni los soldados ni los vehículos podían salir de sus bases para cumplir su misión antiterrorista. “Es importante recordar que estas tropas están ahí a petición de las autoridades de Níger, para apoyarlas en la lucha contra los grupos armados terroristas, y para llevar a cabo acciones de formación”, dijo Colonna. Y añadió: “Hoy esta misión ya no puede garantizarse, porque, de facto, ya no tenemos operaciones conjuntas con las Fuerzas Armadas nigerinas”.
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No está claro adónde irán los primeros efectivos que abandonen Níger ni tampoco el ritmo de la retirada. Podrían regresar a Francia o desplazarse al vecino Chad, según Le Monde. La retirada de Malí, donde más de 5.000 militares franceses estaban estacionados, se prolongó desde finales de 2021 hasta agosto de 2022.
La sucesión de golpes de Estado en el Sahel y el repliegue de Francia llega 10 años después de la intervención militar, a petición de los gobiernos de la región, con el objetivo de frenar el avance yihadista. Además de Malí, las tropas francesas han abandonado en los últimos años Burkina Faso y República Centroafricana, mientras los mercenarios rusos de Wagner asumían un papel significativo en estos países. La década culmina en un ambiente de creciente sentimiento antifrancés y acusaciones de neocolonialismo contra la antigua metrópoli.
Manifestaciones en Niamey
El pasado fin de semana, miles de personas se volvieron a manifestar delante de la base militar que acoge a los soldados franceses en Niamey para exigir su retirada, una presión ciudadana que va en aumento. El otro punto de fricción con París es la presencia del embajador Silvain Itté en suelo nigerino después de que la junta militar le diera un plazo de 48 horas para irse del país, que se cumplió hace una semana.
“No tuvo el comportamiento adecuado como diplomático”, justificó el primer ministro nigerino, Lamine Zeine. “Yo mismo, en un momento, pedí preservar las relaciones entre ambos Estados, Francia es un país con el que siempre hemos desarrollado relaciones de cooperación y el ministro de Asuntos Exteriores le invitó oficialmente a venir a discutirlo con nosotros, para ver hasta qué punto podíamos resolver las escaladas”, explicó. Y añadió: “Pero él se negó a hacerlo. A primera vista, se trata de un comportamiento despectivo y no es aceptable. Simplemente, estamos esperando que este socio, digamos no autorizado, abandone nuestro país lo antes posible”.
Por otra parte, el primer ministro confirmó que están negociando con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) y que esperan alcanzar un acuerdo en los próximos días para levantar las sanciones impuestas a este país africano. “Tenemos la esperanza de que, bajo la premisa de ciertas buenas voluntades, alcancemos un acuerdo en pocos días”, dijo Lamine Zeine, quien criticó las sanciones aprobadas por la Cedeao. “Se adoptaron decisiones con precipitación”, dijo en referencia a “los cierres de fronteras, los cortes de energía, impedir que lleguen medicamentos a un país e incluso amenazar con atacar militarmente”. Finalmente, insistió en que hay negociaciones en marcha, pero que su país se mantiene en alerta ante una posible intervención armada. “Como gobierno responsable”, concluyó, “esperamos que el país sea atacado en cualquier momento y eso es lo lamentable”.
El presidente de Nigeria y de la Cedeao, Bola Tinubu, insinuó hace unos días que el organismo regional podría ceder en sus postulados y aceptar una transición de nueve meses, frente a su posición oficial que sigue siendo la inmediata liberación del derrocado presidente Bazoum y su restitución en el poder. Mediante un comunicado, el gabinete de Tinubu aseguró el pasado jueves que Nigeria ya vivió una transición a la democracia de nueve meses tras un golpe de Estado en 1999. “El presidente no ve ninguna razón por la que esta situación no se pueda replicar en Níger si las autoridades militares son sinceras”, aseguró Presidencia. Los golpistas propusieron en agosto un periodo de transición de tres años, que la Cedeao rechaza.
Pese a que las posiciones oficiales de ambas partes no se han movido, las señales de distensión son evidentes y la opción de la intervención militar parece congelada por el momento. Este lunes, el Gobierno de transición de Níger reabrió el espacio aéreo de su país, cerrado desde el pasado 6 de agosto, para los vuelos civiles. “El espacio aéreo de la República de Níger está abierto para todos los vuelos comerciales nacionales e internacionales”, aseguró este lunes un portavoz del Ministerio de Transportes a la Agencia Nigerina de Prensa. Sin embargo, los vuelos militares continúan prohibidos y sujetos a autorizaciones de las autoridades nigerinas.
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