En un día histórico de manifestaciones en Ucrania, numerosos jóvenes lograron que el gobierno de Volodymyr Zelensky retrocediera en una reforma polémica que ponía en peligro la independencia de las principales agencias anticorrupción del país. El 3 de agosto, el parlamento ucraniano rechazó de manera contundente la legislación propuesta por el presidente, la cual privaba de autonomía a la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y a la Fiscalía Especializada en Anticorrupción (SAP) para investigar y juzgar casos de corrupción de alto nivel. Esta decisión fue el resultado de las masivas protestas de jóvenes que, durante casi una semana, se volcaron a las calles de varias ciudades en Ucrania para oponerse a las reformas, demandando una mayor transparencia y responsabilidad en la lucha contra la corrupción, especialmente dado que el país está en conflicto con Rusia.
El contexto de la protesta y las implicaciones para Ucrania
La propuesta de ley presentada por Zelensky pretendía otorgar al fiscal general, una figura designada por el presidente, el control sobre las decisiones sobre los casos de corrupción de alto nivel, un movimiento que generó preocupación tanto a nivel nacional como internacional. El gobierno ucraniano había justificado la reforma como una medida para mejorar la eficiencia del sistema judicial y evitar bloqueos en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, los críticos señalaron que la ley podría socavar los esfuerzos por mantener instituciones verdaderamente independientes y, en última instancia, obstaculizar el camino hacia la integración de Ucrania en la Unión Europea.
La revocación de la ley llegó después de una serie de protestas encabezadas principalmente por jóvenes que consideran que la independencia de las agencias anticorrupción es un requisito fundamental para asegurar la transparencia en el gobierno y la justicia en el proceso de reformas del país. Para ellos, garantizar que estos organismos puedan operar sin presiones externas es tan crucial como la defensa del territorio nacional en el contexto de la invasión rusa.
El impacto de las manifestaciones y la presión internacional
Las manifestaciones que se realizaron en diversas ciudades de Ucrania fueron motivadas por la creciente inquietud de la juventud sobre la dirección política del país y su futuro en la UE. En 2022, Ucrania fue reconocida como candidato para ingresar a la Unión Europea, con la premisa de que implementara reformas significativas para enfrentar la corrupción y reforzar las instituciones democráticas. La capacidad del país para progresar en su vínculo con la UE depende considerablemente de la puesta en marcha de estas reformas, y la lucha contra la corrupción es una prioridad esencial.
En este escenario, los socios internacionales de Ucrania, particularmente la UE, alertaron sobre los peligros de un retroceso en el combate contra la corrupción. La autonomía de las entidades encargadas de supervisar la justicia en estos asuntos se había transformado en una condición «ineludible» para los donantes e inversores internacionales que apoyan la reconstrucción de Ucrania y su protección ante la agresión rusa.
La oposición interna y la figura de Andriy Yermak
Aunque el mandatario Zelensky había promovido la reforma con la intención de reforzar el control del poder ejecutivo en las pesquisas sobre corrupción, el procedimiento provocó una gran resistencia interna. Diversos detractores señalaron el creciente poder de Andriy Yermak, el jefe de la oficina presidencial, quien es visto por algunos como un actor central en la estrategia política del gobierno. Yermak ha estado en el centro de diversas controversias, especialmente debido a la falta de claridad sobre su función en el proceso de toma de decisiones.
La anulación de la normativa fue percibida como consecuencia de la presión interna, mediante las protestas ciudadanas, y externa, por las advertencias de la UE y otros socios internacionales. Zelensky, defendiendo su posición, declaró que «Ucrania es una democracia» y que la nación continúa avanzando hacia una integración más sólida con la UE.
Consecuencias para Zelensky y la situación política interna
Este episodio ha puesto en duda el compromiso de Zelensky con las reformas anticorrupción prometidas, especialmente después de que el gobierno se negara a aceptar a un candidato independiente para la dirección de la Oficina de Seguridad Económica, la principal agencia encargada de investigar delitos económicos. La negativa a aceptar a Oleksandr Tsyvinski, un experto reconocido en anticorrupción, ha sido vista por muchos como un intento del presidente de mantener el control sobre las instituciones clave del sistema judicial.
Esta crisis política interna se produce en un momento crítico para Ucrania, que enfrenta una guerra prolongada con Rusia, y cuya economía se ve gravemente afectada. En 2024, se estima que el déficit presupuestario del país podría alcanzar los 13.000 millones de dólares. La ayuda internacional es vital para la supervivencia de Ucrania, y la confianza de los aliados, especialmente de la UE, es esencial para asegurar esa ayuda.
El destino de Ucrania y el combate por las transformaciones democráticas
A pesar de la victoria de los jóvenes manifestantes, la batalla por las reformas democráticas en Ucrania no ha terminado. La presión interna y externa seguirá siendo crucial para garantizar que las reformas anticorrupción avancen de manera efectiva y que Ucrania continúe en su camino hacia la integración con la Unión Europea. Las recientes protestas, y la revocación de la ley que limitaba la independencia de las agencias anticorrupción, muestran el poder de la ciudadanía organizada y el compromiso de la juventud con un futuro más justo y democrático para Ucrania.
Aunque el desafío sigue siendo considerable, apoyar la autonomía de las organizaciones anticorrupción es un avance esencial hacia un gobierno más transparente y responsable, y para que Ucrania sea más resistente en su lucha por la democracia y la libertad ante la agresión externa.